La Hipertensión Arterial Y Su Relación Con Los Ojos
La hipertensión arterial es el aumento del flujo de sangre
sobre la pared de las arterias. Usted debe tener presente que las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos
números. Estos números significan lo siguiente: El número superior se denomina
presión arterial sistólica (es
cuando los ventrículos se contraen y el corazón bombea sangre).
El número inferior se llama presión arterial diastólica (es cuando el corazón está en reposo o entre
latidos).
Por tanto la presión arterial alta se presenta cuando se
mantiene una presión de 140/90 o
superior durante periodos de tiempo prolongado, sin presentar síntomas en estado
de reposo o descanso, conllevando así que las paredes de las arterias se
alteren y sufran daños irreversibles.
Esto convierte a esta enfermedad en un asesino silencioso.
Algunas personas pueden manifestar síntomas en algunos casos pero no siempre.
Estos síntomas pueden ser:
- Dolor de cabeza intenso.
- Sangre por la nariz.
- Mareos.
- Respiración acelerada.
- Enrojecimiento de la cara.
- Desmayos
- Zumbido de oídos.
La
presión arterial alta puede producir daños a las arterias y por consiguiente al
corazón, los riñones, el cerebro y visión. Tiene una mayor prevalencia en los
hombres que en las mujeres.
En este caso que nos compete, vamos hablar de la afectación
en la visión y cómo se presenta.
Su Relación Con La Visión
Debido a que la retina pose vasos sanguíneos muy pequeños que
son los responsable de la irrigación de la misma (intercambio sanguíneo y de
oxigeno). Cuando se presenta el aumento de la presión arterial, está causa
anomalías en los vasos sanguíneos, que hace que las arterias pequeñas se
vuelvas más gruesas, generando un bloqueo en las arterias y presentar sangrado
y es llamada Retinopatía Hipertensiva.
Estos cambios, pueden afectar la visión e incluso, si la presión sube mucho
puede causar una inflamación del nervio óptico llamada papiledema (inflamación
de la cabeza del nervio óptico de la retina).
Al igual que
en su manifestación sistémica las alteraciones de la Retinopatía Hipertensiva,
las personas que la padecen, en general, no tienen síntomas hasta que la
enfermedad está avanzada y a veces los problemas no son reversibles. De ahí la
importancia de hacerse los controles de la vista con regularidad, con su
profesional de la salud visual y ocular, que por medio del examen rutinario puede
detectar esta enfermedad conocida como Retinopatía Hipertensiva.
Mediante el
uso de un instrumento llamado oftalmoscopio, el profesional de salud visual y
ocular, puede observar el interior del ojo, y de esta manera detallar si se presenta
estrechamiento de los vasos sanguíneos, así como la posibilidad de signos que muestren
filtración de líquido. Una de las manifestaciones puede ser por ejemplo:
hemorragias en la retina (pequeñas manchas de sangre), aumento del brillo
arterial, cruces arterio-venosos patológicos (signo de Gunn).
A medida que
la Retinopatía Hipertensiva progresa, se podrá detectar una inflamación o
engrosamiento de la mácula (que es un área muy pequeña en el centro de la
retina, responsable de la visión detallada) a causa de los escapes del líquido
de los vasos sanguíneos de la retina. Esto último se conoce como exudados duros
de la mácula, que en general se presentan acompañados por inflamación (hinchazón)
y trombosis retinianas venosas, que causan el deterioro de la visión.
Algunas manifestaciones oculares
- Visión borrosa.
- Visión doble.
- Halos en la visión.
- Puntos ciegos.
- Mosca volantes.
- Perdida súbita de la visión.
Tratamiento
El tratamiento
para la Retinopatía Hipertensiva se basa en el control de la presión arterial
alta, aunque en casos severos, el daño al nervio óptico o la mácula puede ser
permanente.
Posdata:
Recuerda visitar a tú profesional de la salud visual y ocular una vez al año.
¡Mi objetivo como Optómetra es
prevenir la ceguera, no la de vender gafas!